Dinos siempre toda la verdad
pero nunca de un modo directo,porque sólo con vueltas inmensas
nos expresa su brillo perfecto,
tan enorme, tan grande, tan crudo
para nuestros placeres pequeños;
como al niño le damos del rayo
la razón que lo deje contento,
la verdad deslumbrante despacio
se ha de ver para no quedar ciegos.
Emily Dickinson
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