Bustelo



¡VIVA LA REPÚBLICA!

Acabo de fundar una República
con sólo un habitante;
no nos será difícil alcanzar
un consenso que a todos nos agrade,
aunque hemos decidido que las normas
no nos importa a nadie:
¡que se queden los reyes con las leyes
y nosotros con nuestras libertades!
Confiamos en nuestra condición:
somos humanos pero somos ángeles
(los ángeles son pájaros eternos
que dibujan sonrisas en el aire
de los sueños más bellos
que por soñarlos ya son realidades);
hablamos con palabras, con silencios
y en un idioma que no entiende nadie
que no llene de amor su corazón;
decidimos llamarle
así: República del Infinito
y asegurarnos que jamás acabe;
si entiendes nuestro idioma, no lo dudes:
en nuestras tierras puedes exiliarte;
aquí las puertas siempre están abiertas,
no hay fronteras ni cárceles,
y no hay nada nocivo a la existencia,
tan sólo la inocencia de los ángeles.
Si te gusta, ve haciendo las maletas,
o te vienes mejor sin equipaje;
no hace falta siquiera que renuncies
a la patria querida de tus padres...
Nuestra República del Infinito
no compite con nada ni con nadie;
aquí hay trabajo (¡y mucho!) para todos,
y aunque no hay ley jamás habrá ilegales,
puesto que es bienvenido hasta el más pobre
y el que nunca viaje...
Si no puedes venir, también estamos
contigo en todos lados, ya lo sabes,
¡que aunque nuestra República es pacífica
con amor esperamos conquistarte!

Jesús María Bustelo Acevedo







LA PASARELA

Aquí empieza la gala del amor,
los lindos corazones muy coquetos
van desfilando por el Arco Iris
que pasarela mágica se ha vuelto.
Hay uno pequeñito y muy torpón
que cada dos por tres está en el suelo,
pero otro muy gordito y generoso
se apresura a animarlo y socorrerlo.
También está la abuela corazona
que se para a escribir hermosos versos,
y su nieta le dice: "Date prisa,
abuelita, que se nos va el abuelo".
Otros dos corazones, pegaditos,
se alejan, apartándose del resto;
tanto tiempo se pasan los dos juntos
que los demás les llaman "los gemelos".
Hay otro corazón muy chiquitito
que se sube a unos zancos gigantescos,
y a todos les resulta muy gracioso
que piense que los otros son pequeños.
Hay unos corazones invisibles
a los que también llaman "los hambrientos";
algunos que los vieron aseguran
que no son invisibles sino negros.
Y marcha un corazón tan diminuto
que a veces se le pisa sin quererlo;
se imagina que viene un huracán
si se levanta una mijita el viento.
Están los corazones con corbatas
que avanzan siempre con semblante serio;
a menudo otros muchos se confunden
y les preguntan: "¿Dónde es el entierro?"
También hay corazones con dos alas

que más que caminar alzan el vuelo;
y muchos que no vuelan se imaginan
que son extraterrestres o extranjeros.
En fin, se acaba aquí la pasarela
donde los corazones son modelos;
modelos, aunque algunos desfilando
no nos vayan dejando un buen ejemplo.
Bueno, amigas y amigos, ya termino,
esperando agradarles con mis versos,
¡Dios les bendiga y deje que desfilen
en esta pasarela mucho tiempo!

Jesús María Bustelo Acevedo








OFERTA DE EMPLEO

Buscamos operarios
para esta nueva fábrica de risas,
gente desinhibida y generosa,
gente abierta, risueña y positiva,
que le gusten los niños, los abuelos,
los payasos, la fiesta, la alegría,
y que tenga la magia de esbozar
en la faz del que sufre una sonrisa;
buscamos operarios, campechanos,
gente con experiencia en esta vida,
dicharacheros, francos, transparentes,
y titulados en risología;
que tengan siempre un chiste en la chistera,
maestros del humor y la alegría...
Absténganse la gente susceptible,
las personas irónicas o cínicas...
Necesitamos nuevos empleados
en nuestra nueva fábrica de risas,
gente sencilla, noble y competente,
gente con poca prosa y menos prisa,
con una risa auténtica en la boca
tanto en el sueño como en la vigilia;
gente que tenga tiempo, todo el tiempo,
y lo sepa vivir con alegría...
Buscamos personal
en nuestra nueva fábrica de risas,
damos servicio al pobre y al pudiente,
nos tomamos en serio la alegría...
Da lo mismo los credos o naciones,
o las razas o las ideologías,
hombres, mujeres, niños y mayores...
¡Todos acuden a esta factoría!
¡Al que le atraiga el puesto de trabajo,
esta oferta de empleo de la vida,
que se acerque a esa fábrica que tiene
dentro del corazón y que se ría!


Jesús María Bustelo Acevedo






GENTE ESTUPENDA

Somos personas estupendas,
enamoradas de la vida;
algunas, siempre satisfechas,
no se sorprenden cuando triunfan;
a otras, en cambio, no las rinden
las apariencias negativas,
y siempre avanzan amorosas
con su entusiasmo y su alegría;
algunas rezan, otras llevan
las oraciones más divinas
en sus sencillos corazones
y en la pureza de sus risas;
muchas reciben del Señor,
en cuerpo y alma, cuanto pidan;
y otras no hay nada que no ofrenden
desde sus almas infinitas...
Somos personas estupendas,
enamoradas de la vida.

Jesús María Bustelo Acevedo





LA MAÑANA

¡Qué hermosos son los sones matutinos!
El canto de los pájaros, la brisa
que hace danzar las hojas de los árboles,
la música del río, la alegría
del bullicioso y típico mercado
y las campanas míticas...
¡Qué hermosa es la canción de la mañana!
¡Quién pudiera viajar toda la vida
llevando un equipaje tan fantástico
que no pesa ni pisa
los sueños más maravillosos de
los hombres y les deja una bendita
sinfonía de amor
en sus almas sedientas de armonía!


Jesús María Bustelo Acevedo